7 de septiembre de 2012

Estoy hasta las manos. Uno frecuentemente desea cambiar es espacio y el tiempo. Hoy quiero cambiar eso y mucho más, quiero cambiar los personajes que rondan en mi historia. Siempre nos cansamos pero nunca podemos renunciar a nada. Se hace imposible siendo algo tan pequeño en un mundo gigante. 
Estoy atraída. Algo me atrae. La oscuridad me atrae, me quiere. Mejor dicho la muerte me desea, me busca. Es tiempo de enfrentarla aunque todavía no se cómo. Nunca la conocí. En realidad miento. Si, la conocí una vez hace 13 años cuando falleció mi abuelo. En ese momento no tenía noción de que ella, la muerte, existía. No le daba mucho importancia y tan sólo ví a mi abuelo irse de viaje, un viaje largo que hoy en día sigue explorando. Hoy no tengo miedo. No se si puedo llamarle miedo a lo que siento. Hoy siento una fría brisa que pasa por mi cuello y me obliga a pensar. Me obliga a pensar qué pasará. Ya sé qué pasará, pero no se cómo lo pasaré. Tengo muy asumido lo que pasará. Pero vuelvo a repetir, me intriga mucho qué me pasará a mi. Se que no debo pensar que pasará después de que ocurra. No tengo que pensar en la ausencia luego de la muerte, creo que es eso lo que hace que todos nos debilitemos cuando sabemos que pronto pasará. O lloramos por la pronta ausencia del ser querido que está siendo velado. En verdad si trato de no pensar eso, los días se hacen más fáciles. A veces me asusto de mi misma, porque sospecho de no tener sentimientos. Pero a la vez me contradigo y me aliento. Me doy fuerzas a no sufrir. Es difícil decir esto, pero en verdad un poco me entusiasma tener que enfrentarme hacia ella. Sabía que algún día tendría que hacerlo. Capaz la palabra entusiasmo no sea la adecuada, pero la adrenalina me corre por las venas. No se trata de mi, no se trata de mi muerte. Se trata de dos muertes ajenas y no me siento culpable por ello. Sólo estoy con adrenalina de enfrentarme al dolor que pueda llegar a ocasionarme. Es lógico que será toda una odisea, será bastante difícil atravesarla. Pero una vez superada ¿Qué cambiará en mi?. Es ahí el triste y pobre provecho de esta situación. Muy poco sensible de mi parte estar pensando de este modo, pero es así como me mantengo fuerte. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario