Ni más, ni menos que pintar con la luz. No necesito lápices de colores, ni temperas, ni crayones. Estoy jugando con el tiempo y la luz. Con ellos me divierto, paso mi tiempo. Los colores me engañan, pero la luz me ayuda a defenderme y engañarles a ellos.
Cuanto más sensible estoy, más me ilumino. Y cuando estoy menos sensible, más tiempo me toma ser clara. De todos modos yo juego con mis ánimos, a veces prefiero hundirme en la oscuridad, otras veces quiero vestirme de blanco. También hay días en que me transformo y parezco una cuchara. También hay días en que llamo a mi amigo para que me de una mano y me flashee con sus encantos.
Soy un poco caprichosa, quiero más, quiero menos. Siempre quiero. Mis quiero dependen del humor que tengo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario