Jamás serías mi mal. Jamás serías mi problema. Jamás serías mi duda. Precisamente todo lo contrario: fuiste, sos y serás mi bien, mi solución, mi confianza y mi tranquilidad.
Estefanía, gordita, chiquita vos sos todo para mi. Te amo solcito. Vos lo sabés muy bien. Por todo lo que nos pasó y por todo lo que nos va a seguir pasando. Una vez más: te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario