Mi cabeza da un vuelco cada vez que pienso si algún día te fueras qué sería de mí. Si te fueras mi vida quedaría vacía, no tendría afán de superación. Si desaparecieras de mi día a día las horas pasadas serían gratuitas, y todas las noches soñándote se quedarían en eso, sueños. Si me dijeras adiós no sabría como llevar adelante mis planes ya que tu eres mi mayor punto de apoyo. Si te marcharas para siempre yo simplemente moriría porque tú eres mi vida. Me refiero a que sin ti nada sería igual, porque tu haces que mi vida tenga sentido. Haces que lo más gris recobre color. Transformas lo malo en bueno y lo bueno en mejor. Conviertes la imperfección en un mito antiguo. Me haces alcanzar el cielo. Sabes racionalizar el tiempo; no lo gastas, lo inviertes. Tu mirada refleja más que confianza, seguridad. Consigues sin suponerte un esfuerzo entender todo lo que entra en tus oídos. Tienes la capacidad de fundir mis labios en tus besos. Eres, sin lugar a duda, lo más inverosímil que me he encontrado en la vida. Y después de compartir tantas horas contigo me he dado cuenta de que sin ti nada sería lo mismo.